"¿Quiénes son los tres compañeros de clase con
los que más te gusta trabajar?" "¿Con quiénes prefieres estar en tu
tiempo libre?" Estas sencillas preguntas proporcionan al docente una
valiosa información para prevenir futuros problemas entre alumnos. Son algunas
de las cuestiones que se formulan en los denominados test sociométricos o
sociogramas, una técnica evaluativa diseñada para analizar las relaciones
interpersonales en el aula.
Cada alumno es diferente, pero dentro del aula forma parte, junto al resto
de sus compañeros, de un mismo grupo. En él, se generan relaciones afectivas y
sociales que otorgan a cada estudiante un papel diferente. El líder, el
estudiante aislado o el alumno rechazado son algunas de las figuras que se
identifican entre los escolares de un mismo curso. Estos roles surgen de manera
espontánea, fruto de los sentimientos, preferencias, simpatías o antipatías que
se dan entre sus miembros. Pero representan un factor importante en el
rendimiento académico y en el comportamiento.
Sin embargo, estas relaciones grupales pasana menudo desapercibidas para el
profesorado. El docente es capaz de advertir determinados problemas en el aula,
como situaciones de acoso, absentismo escolar o disminución del rendimiento,
pero desconoce las causas que los provocan y que, en muchas ocasiones, están
fundamentadas en estas interacciones interpersonales.
Una de las herramientas más adecuadas con la que cuentan los profesores
para estudiar y conocer las relaciones sociales en el aula es la sociometría.
Desarrollada en los años 30 del siglo pasado por el psiquiatra de origen
austriaco Jacob Levy Moreno, es un método de investigación para medir y
representar gráficamente las relaciones que se gestan dentro de los grupos.
El test sociométrico
El test sociométrico o sociograma explora el grado de cohesión y la
estructura de un grupo y señala la posición que ocupa cada miembro dentro de
él. Consiste en la formulación de preguntas a partir de criterios afectivos, de
trabajo, de juego o de popularidad y liderazgo, entre otros. Surgen así
cuestiones como las siguientes: ¿a quién elegirías dentro de la clase para
realizar un trabajo conjunto?, ¿a qué tres compañeros invitarías a tu
cumpleaños?, ¿a qué cinco personas acudirías en busca de consejo ante un
problema personal?.
Las preguntas están diseñadas en función del nivel educativo de los
alumnos. No obstante, el profesor debe aclarar, antes de contestarlas, la
importancia de la sinceridad en el test. Los resultados que se obtienen sirven
para elaborar un gráfico en el que se marcan, con distintos símbolos, las
relaciones entre los alumnos y el lugar que ocupa cada uno dentro del aula. La
confidencialidad de las respuestas queda garantizada en todo momento.
Para qué sirve
Una vez que el profesor tiene entre sus manos el sociograma, elaborado a
partir de los resultados del test, cuenta con algo más que un buen número de
símbolos y números. El sociograma le proporciona una información muy valiosa
sobre la dinámica y el funcionamiento de la clase, por ello le servirá para
orientar y actuar de manera individual con cada alumno. Éstas son algunas de
sus utilidades pedagógicas:
- Describe
la estructura interna del grupo, su organización, cohesión y quiénes son
los miembros más significativos dentro de él. Permite observar las
relaciones de parejas, triángulos o subgrupos que se forman entre los
estudiantes.
- Orienta
sobre los valores y cualidades más apreciados o rebatidos en el aula, en
función de aquellos que formen parte de los miembros más aceptados o
rechazados.
- Descubre
la presencia de posibles factores discriminatorios, ya sea por sexo,
religión o raza.
- Permite
al docente actuar con los alumnos más aislados o rechazados por el grupo.
Puede procurar que se les preste más atención, asignarles tareas
representativas que son valoradas por los demás o integrarles en grupos de
trabajo más acordes con su personalidad.
- El
profesor también puede utilizar la figura del líder de la clase para
obtener la colaboración de los estudiantes en determinados aspectos
educativos.
- Ayuda,
cuando sea necesario, a comprobar el grado de integración de los nuevos
alumnos en el aula